Disco SSD: Toda la información que necesitas saber

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Vamos a comenzar con una definición rápida de que es y para qué sirve. El disco duro es la unidad de almacenamiento principal de nuestro PC. En él guardamos toda la información: datos, programas, música y documentos personales. ¿Esto ya lo sabías verdad? Los discos duros llevan desde los principales ordenadores domésticos con pocos MB, todavía me acuerdo de mi disco duro ¡Conner de 20 MB! Con interfaz IDE. ¡Qué tiempos aquellos!

Un disco duro incorpora piezas físicas, es decir, que implica un movimiento: brazo articulado, platos, cabezales que leen los datos, un eje y una carcasa metálica.

¿Entonces qué es un SSD?


Pues en inglés sus siglas son Solid-State Drive, que al español tradicional se traduce en Disco de estado sólido. Una de sus grandes novedades es que no incorpora partes físicas en movimiento, sino todo va impreso en una placa electrónica: controladora y memoria principalmente.

¿Es mejor un SSD o un disco Duro? La respuesta es sencilla, el SSD es mucho mejor todo: mayor durabilidad, mucho más rápido pero son muchos más caros. Si tu presupuesto es limitado lo suyo es combinar: disco SSD para sistema operativo y programas esenciales, mientras que el disco duro para todos los datos.

Tipo de conexiones para su funcionamiento

Tanto el disco duro como el SSD se conectan mediante una interfaz. El disco duro siempre se ha divido en:

  • Conexión IDE y SCSI: Son las clásicas de las clásicas. ¿Quién no ha tenido esa faja instalado en su PC? Además teníamos que configurar el disco duro como esclavo o maestro. Ahora con las nuevas conexiones, el jumper en los discos duros pasó a la historia.
  • Conexión SATA o SAS: Son las actuales, la primera está en todos los PCs desde hace ya una década. Se conecta y tenemos instalada la unidad de disco duro o SSD. Mientras que la segunda la vemos más en servidores: menor tasa de error y realmente interesante.
  • Conexión M.2 SATA y NVMe: Aquí entramos en las últimas novedades de estos dos últimos años. Interfaz pequeña, sin necesidad de cables, se conecta a la placa base y todo en un montaje muy limpio. Tenemos dos interfaces:
    • SATA: Ésta tiene tasas de lectura y escritura de 500 Mb/s.
    • PCI Express Gen 3 x4: Existen varias versiones, pero esta hasta el momento es la más actual. Tenemos tasas de lectura y escritura de 2 Gb/s. Impresionante como corre estos discos SSD.

Ejemplo de pastilla M.2


Más diferencias entre un disco duro tradicional y las unidades SDD

Si hacemos una mención analógica podemos calcular que la existencia de las unidades SDD se mantiene desde hace varios años atrás, la cual desde su llegada ha dejado muy por debajo el uso de un convencional disco duro. Por lo tanto, debe haber una característica o función la cual haga de mejor adquisición e importancia el uso de una SDD. Pues, esta súper fácil y es el hecho de que este tipo de unidades cuentan con una memoria flash. La cual las convierte en dispositivos súper rápidos, dejando muy por detrás a la cabeza lectora mecanizada de un disco común, los cuales procesan la información con una lentitud notable.

Igualmente, su fabricación puede variar siendo la adquirida por los usuarios la memoria NAND. Dentro de estas unidades con respecto a la memoria anteriormente mencionada tenemos tres, las cuales pueden ser poco conocidas la SLC, MLC y TLC. Cada una de estas maneja una diferenciada estructura entre sus módulos de almacenaje. De los cuales se encuentra la multi-level que recurre a que exista mayor numero de errores por contar con dos bits (00,01,10 y 11) mientras que se aprecia mayor confiabilidad con la Level Cell, la cual por su parte usa un bit diferenciada en cada celda resguardando información (0,1).

Aspectos importantes sobre la capacidad y rendimiento de las unidades SDD


Técnicamente la SLC que es la que maneja el Level Cell presenta mejor dominio, pero normalmente suele ser más lenta que las demás y además tiene menor posibilidad de almacenamiento. Esto puede ser de gran importancia para el profesional que decida hacer uso de ellas.

Las unidades SDD se han mantenido desde hace mucho tiempo como la mejor opción, muy por encima de los discos duros convencionales o tradicionales que normalmente son usados en el área domestica. Los cuales no manejan mayor demanda o requerimiento.

Normalmente se puede comprar una SDD que posea un almacenamiento de 64 GB, los cuales pueden ser muy funcionales, los cuales pueden llegar hacer suficientes para muchas personas. Pero claro, también en se pueden conseguir con una capacidad de 128, 240, 512 GB o el tan ansiado 1TB. Pero se debe tomar en cuenta a la hora de comprar una unidad, con 240 GB debemos ir más que bien en líneas generales.

Con respecto al rendimiento de este tipo de unidad dependerá de cual se haga uso, actualmente se encuentran las que poseen un máximo de 500 MB/s, siendo la preferida por muchos por la velocidad en almacenaje de data. Pero, no se puede dejar de mencionar a la de 150MB/s la cual es una de las primeras lanzadas al mercado tecnológico.

Ventajas que poseen las unidades SDD actualmente


Desde la rapidez en almacenaje y la sencilla y eficaz forma de rendimiento que poseen hacen que las unidades SDD hayan adquirido mayor demanda al pasar los años. Es que al haber mejoras en la tecnología, la demanda del usuario aumenta. Por ello, su creación y su evolución a través del tiempo. El cual sugerente mente no es mucho, pero si considerable.
Una de las grandes ventajas que se presentan en estas unidades es su memoria flash que además de aportarla permite que no haya perdida de información a la hora de haya algún tipo de des-conexión o corte de energía. Rápidamente esta hará uso de la rapidez de resguardo de los datos. Notoriamente se puede evidenciar que esto no sucede con las convencionales memorias RAM que es volátil.

Instalación rápida de un disco duro o SSD

Principalmente tenemos dos conexiones necesarias para conectar a los discos duros o SSD: cable de alimentación (el de la izquierda) que va siempre desde la fuente de alimentación hasta el disco y el de datos que va siempre a la placa base.


En el caso de que desees instalar un disco M.2 NVMe o SATA la instalación es directamente en el slot. Una imagen vale más que mil palabras.
 

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Aspectos claves a la hora de elegir un SSD


Revisando la guía me he dado cuenta que no había puesto los aspectos claves a la hora de elegir un buen disco SSD. Os dejamos alguna de las claves a tener en cuenta:

Controladora: Es la responsable de ofrecer un buen rendimiento, tenemos memorias diseñadas para Pishon, Silicon, Intel, Samsung entre otras. Normalmente las gamas altas son las que llevan las mejores, a mi hay modelos de Samsung que me encantan y alguno que otro de Corsair.

Tipo de memoria: Principalmente tenemos MLC o TLC. Las memorias MLC son las más caras, pero son las más rápidas y que no tienen una caída brutal de rendimiento. Si puedes optar por un SSD MLC adelante, pero sino puedes... con memoria TLC tienes más que de sobra. El tiempo de vida de un disco duro normalmente es de 15 años de funcionamiento a máximo rendimiento. Es decir... puede jubilar a tu ordenador perfectamente ?

Tasa de lectura:
Muy importante y que suelen tener todos los SSD superior a 400 ó 500 MB/s (hablando de los SATA). Es la encargada de leer la información.

Tasa de escritura: Si la de lectura es importante, la escritura es la que marca la diferencia entre un SSD barato a un SSD decente. Evidentemente los discos NVMe tendrá mejor tasa de escritura que la de un SSD SATA. Lo hay desde 100 Mb/s hasta los 2Gb/s.

IOPS: ésta sigla no se tienen muy en cuenta ya que son lectura y escritura secuenciales. El IOPS se encarga de determinar el rendimiento, las operaciones y la rapidez de tu disco duro o SSD... por ejemplo: Lectura/escritura aleatoria o secuencial. En este caso... MÁS es MEJOR.

Interfaz
: Como ya os he hablado en el anterior post la interfaz es importante. Debéis saber si es compatible con tu placa base. ¿No lo sabes? Pregúntanos y te ayudamos. Pero normalmente hay tres tipos de conexiones: SATA (Todas las placas lo incorpora), M.2 (A partir de la generación AM3 y Z97 hacia adelante) y una esporádica mSATA en las plataformas Z68...

Tiempo de vida y garantía: Este punto debéis tenerlo siempre muy en cuenta a la hora de elegir cualquier componente. Si normalmente ofrecen muchos años de garantía, suele ser un excelente componente. No es raro encontrar SSD con 3 ó 5 años de garantía, teniendo en cuenta su tiempo de vida es totalmente normal. La serie que ofrece mayor garantía suele ser la serie Samsung PRO.

Software de gestión: Aunque para uso personal no suelo instalarlo pero para review los pruebo todo. Para mi es muy importante que tenga un buen software, ya que nos permite estar actualizado, optimizar el disco con el sistema operativo y llevar una monitorización básica del disco SSD. Samsung y Corsair son los mejores en este aspecto... el resto se mantiene en un segundo plano. ¡Se me olvidaba! También te incorporan una clave con un CD de Acronis para hacer una imagen del disco duro o SSD para pasar la información. Pero es importante conocer, que suele mermar el rendimiento. Siempre instalación limpia, para tener nuestro SSD al 100%.

Precio: Parece un aspecto evidente.... pero aveces ¿Por qué vamos a pagar más por menos? Hay que tenerlo siempre presente. Revisa todos los 5 primeros aspectos que te indicamos y valora la situación. ¿Dudas? Pregunta, que es gratis.
 
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